En los países industrializados como España se está viviendo una transición epidemiológica en la cual aparecen con más frecuencia las enfermedades cardiovasculares, los trastornos metabólicos y las patologías degenerativas. Es inevitable que con el envejecimiento de la población y otros factores, se experimente un crecimiento de las patologías articulares en las próximas décadas.
Los trastornos del sistema musculoesquelético son la causa principal de los dolores crónicos y de la discapacidad física ya que sus componentes se pueden desgastar, inflamar y lesionar. Hay que tener en cuenta que el cartílago articular, cuya función es la de amortiguar los impactos y evitar el roce directo de los huesos entre sí, soporta enormes fuerzas de forma constante a lo largo de toda nuestra vida.
Artrosis
Actualmente se considera que existen más de 200 padecimientos capaces de producir manifestaciones calificables como reumáticas. Entre las más conocidas está la artrosis, una enfermedad degenerativa articular que cursa con dolor, hinchazón, rigidez, aumento de sensibilidad a la presión y puede afectar a cualquier articulación del cuerpo, aunque las más frecuentes son la espalda, en concreto cuello y zona lumbar, manos, cadera y rodillas. Podemos decir que se trata del trastorno articular más común, afectando hasta el 85% de la población anciana, un porcentaje que sigue aumentando a causa de diversos factores como la herencia, el sobrepeso y la ocupación (trabajo, deporte).
Por ello, es importante adoptar algunas medidas para prevenir o al menos limitar el desarrollo de la artrosis, como cuidar la dieta para evitar el peso en exceso y practicar ejercicio diariamente para fortalecer la estructura muscular. También es aconsejable utilizar una rodillera o un bastón para andar lo cual ayuda a descargar peso de las articulaciones inferiores. En los casos más avanzados, cuando existen fases de dolor agudo, es recomendable permanecer en reposo y tomar antiinflamatorios al fin de aliviar las molestias.
Paliar los síntomas
Cuando el uso de medicamentos contra el dolor es frecuente, tanto en el caso de la artrosis como de cualquier otra enfermedad o trauma que afecte a nivel de las articulaciones, es aconsejable buscar una opción alternativa como puede ser el empleo de plantas medicinales y complementos alimenticios que limiten su sintomatología y contribuyan a frenar el desgaste articular.
La fitoterapia en el tratamiento de las enfermedades reumáticas que incluyen la artrosis pero también la lumbalgia, la gota, la fibromialgia y la artritis reumatoide, apoya el uso de especies botánicas que tengan como función mejorar el estado de salud del paciente gracias a sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Estos efectos serán igualmente beneficiosos en caso de lesiones musculares, contracturas, desgarres, tendinitis, bursitis, fascitis, etc.
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