La gran mayoría de las enfermedades cardiovasculares se vinculan con niveles altos de grasa y colesterol en sangre, que van acumulándose e infiltrándose en las paredes de los vasos sanguíneos, desencadenando una respuesta inmunitaria con inflamación. Durante este proceso, denominado aterosclerosis, el colesterol se expone a oxidación, lo cual lo convierte en un material muy dañino para la pared de arterias y vasos más pequeños formando una veta de grasa que endurece y estrecha paulatinamente su diámetro, hasta conducir a la oclusión provocando un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
Valores deseables de colesterol total en sangre no deberían superar los 200 mg/dl, siendo ésta la suma del colesterol LDL o “colesterol malo” y del HDL o “colesterol bueno” principalmente. Cada tipo de colesterol tiene una función diferente. El LDL es sintetizado por el hígado y transporta el colesterol a las células, mientras que el HDL lleva el colesterol en exceso de vuelta desde las células al hígado, donde puede ser eliminado del organismo. Esto explica porque, un nivel elevado de LDL es un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares al igual que lo es un valor bajo de HDL y por eso, las personas con niveles bajos de HDL tienen un mayor riesgo cardiovascular, incluso si su colesterol total es inferior a 200 mg/dl.
En general, cuando existen factores de riesgo como los arribas mencionados, la primera actuación es adoptar un estilo de vida saludable (hacer ejercicio de forma regular, evitar el tabaquismo) y hábitos alimenticios adecuados (privilegiar el consumo de legumbres y cereales integrales, pescado, carnes blancas, verduras, fruta fresca y aceite de oliva extra virgen en crudo). Si estas medidas no son suficientes para bajar el colesterol, pero aún no se requiere de tratamiento farmacológico, entonces es posible recurrir a suplementos alimenticios que ayuden a minimizar el riesgo y que carezcan de los efectos secundarios propios de ciertos medicamentos hipocolesterolemiantes.
Levadura roja de arroz
La Levadura roja (Monascus purpureus) crece sobre el arroz y es usada tradicionalmente en China desde hace miles de años en la producción del vino de arroz.
Su extracto se obtiene tras un proceso de fermentación durante el cual se generan una serie de sustancias, denominadas monacolinas, entre las cuales la más abundante es la monacolina K o lovastatina. Esta molécula descubierta en 1979 demostró la capacidad de inhibir la enzima HMG-CoA reductasa necesaria para la síntesis del colesterol. Así pues, durante muchos años la lovastatina ha sido el compuesto de partida para una serie de medicamentos, las estatinas, que aún hoy se emplean en caso de concentraciones elevadas de lípidos en sangre. Además de las monacolinas, la Levadura roja de arroz también aporta ácidos grasos mono y poliinsaturados, fitoesteroles, isoflavonoides y pigmentos que le otorgan su característico color rojo.
Numerosos estudios han demostrado que el extracto de M. purpureus mejora los perfiles lipídicos y glucídico, así como actúa sobre algunos mecanismos inflamatorios relevantes en la aparición de la aterosclerosis. Indicado en la prevención de la enfermedad coronaria o con niveles altos de colesterol total y LDL, se recomienda conjuntamente con una dieta adecuada, a personas con valores de colesterol que no requieran de tratamiento farmacológico (entre los 200 y 300).
Sus beneficios se deben a la sinergia entre los diferentes componentes de la levadura y no solamente a la lovastatina. Por ello, su empleo puede presentar ventajas respecto al uso de cada una de las sustancias contenidas en el mismo, ya que la acción conjunta de los componentes de un extracto da lugar a interacciones con fenómenos de sinergias y antagonismos que pueden ser más beneficiosas que los medicamentos obtenidos por aislamiento de moléculas (estatinas). Un ejemplo es la escasa actividad antioxidante que dichos fármacos hipolcolesterolemiantes poseen, lo cual induce una depleción de sustancias antioxidantes internas, contribuyendo en realidad, a una disminución de las defensas antioxidantes de nuestro organismo. Esto no sucede con el extracto de M. purpureus, probablemente debido a la baja concentración de lovastatina que lleva.
Policosanoles de la caña de azúcar
La caña de azúcar (Saccharum officinarum L.) es una planta proveniente del sureste asiático de la cual se obtiene una cera compuesta por la mezcla natural de alcoholes alifáticos que se denomina Policosanol y cuyo componente mayoritario es el octacosanol.
Una vez absorbido, el Policosanol pasa rápidamente al hígado donde actúa como hipolipemiante, siendo ésta su función más contrastada por estudios farmacológicos y clínicos, aunque cabe destacar que también produce efectos antiateroscleróticos, antiisquémicos, antiagregantes, antitrombóticos y antioxidantes.
El mecanismo de acción del Policosanol pasa por un efecto modulador sobre la actividad de la HMG-CoA reductasa, enzima clave en la síntesis de colesterol. Lo cual se traduce en una disminución de la cantidad de colesterol malo (LDL) y una subida del bueno (HDL), ambos muy importantes para garantizar la salud cardiovascular.
El Policosanol es un compuesto muy bien tolerado tanto en hombre como mujeres y que además, ha demostrado poseer propiedad antiagregante, contribuyendo a evitar las frecuentes complicaciones de la hipercolesterolemia tales como accidentes isquémicos y trombóticos, así como un efecto protector sobre el endotelio arterial, favoreciendo una disminución de la progresión de la enfermedad aterosclerótica.
La unión hace la fuerza
Un estudio de meta-análisis publicado recientemente en la revista de la Sociedad Española de Arterioesclerosis confirma que la combinación entre Levadura roja de arroz y Policosanol resulta eficaz para la mejora del perfil lipídico, al conseguir reducir los niveles de colesterol y triglicéridos.
Según el doctor Miguel Martín Almendros, coordinador del Grupo de Trabajo de Fitoterapia de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), tanto la Levadura roja de arroz como el Policosanol de la caña de azúcar tienen un efecto hipolipemiante, de manera que pueden ser una opción útil para los pacientes con riesgo cardiovascular bajo o moderado pues actúan sobre los valores de LDL y HDL.