La amilasa, también conocida como sacarasa y ptialina, se encarga de degradar el almidón formando fragmentos de glucosa como dextrinas o maltosa y glucosa libre. Se produce endógenamente (en las glándulas salivales, glándulas parótidas y páncreas) aunque también la podemos encontrar en algunas plantas o sintetizada por hongos y bacterias.
Existen dos tipos de amilasa:
- α-amilasa: se encuentra en el tubo digestivo de los animales. Hidroliza los carbohidratos dando lugar a dextrinas, maltosa y glucosa.
- β-amilasa: se encuentra principalmente en las plantas. Hidroliza los carbohidratos dando lugar a unidades de maltosa. Atacan desde los extremos y son menos efectivas que la α-amilasa.