El consumo insuficiente de magnesio no provoca síntomas a corto plazo. Sin embargo, si se mantiene en el tiempo esta insuficiencia puede provocar síntomas como: pérdida de apetito, náuseas, vómitos, fatiga y debilitamiento. En casos más graves se provoca entumecimiento, hormigueo, calambres musculares, convulsiones, cambios en la personalidad y anomalías en el ritmo cardíaco.
El exceso de magnesio proveniente de la dieta es eliminado por el cuerpo a través de la orina. Hay que tener cuidado con la cantidad ingerida proveniente de los suplementos y medicamentos ya que un exceso puede dar lugar a diarrea, náuseas y cólicos estomacales.