También conocida como ácido ascórbico, es una vitamina hidrosoluble con una potente acción antioxidante. Se absorbe en el intestino delgado y es dependiente de la dosis ingerida, a mayor cantidad de vitamina C, mayor absorción. No se almacena en el cuerpo y la cantidad sobrante se elimina a través de la orina.
Está presente en todas las frutas y verduras en cantidad variable. Las frutas con un mayor contenido en vitamina C son las frutas cítricas (naranjas, mandarinas y pomelos), el melón, el kiwi, el mango, la papaya, la piña, las fresas, las frambuesas, las moras, los arándanos, y la sandía. Las verduras con mayor contenido en vitamina C son: el brócoli, las coles de Bruselas, la coliflor, los pimientos rojos y verdes, las espinacas, repollos, nabos verdes, la patata blanca, los tomates… También existen alimentos fortificados.
La vitamina C es sensible al cocinado y a la exposición a la luz, es por eso que es mejor comer las frutas y verduras crudas para obtener mayor cantidad de esta vitamina. El cocinado de las verduras al microondas o al vapor presenta menor pérdida de vitamina C durante el mismo.