El déficit de vitamina B6 no es común en personas sanas. Si puede darse en personas con disfunción renal, enfermedad hepática o dependencia al alcohol. Esta deficiencia puede causar: confusión, depresión, irritabilidad, úlceras en la boca y la lengua, neuropatía periférica, anemia…
Una dosis elevada de vitamina B6 puede provocar la dificultad para coordinar el movimiento, entumecimiento y cambios sensoriales.