El déficit de tiamina se puede dar debido a una ingesta insuficiente o al alcoholismo (por inhibición de su absorción). Su déficit puede causar síntomas como irritabilidad, depresión, falta de memoria, dificultad para concentrarse, psicosis, fatiga, debilidad…
Cuando esta insuficiencia es severa, puede causar síndromes como el beriberi o el síndrome de Wernicke-Korsakoff, los cuales cursan con daños cardiovasculares y neuronales.
No existe toxicidad asociada a un exceso de consumo de tiamina.