La hoja ha sido utilizada tradicionalmente para controlar la hipertensión arterial leve o moderada y la hiperglucemia. La EMA ha aprobado su uso para la eliminación urinaria siempre y cuando no presente ninguna patología grave.
En el caso del fruto ha sido utilizado de forma tradicional para el tratamiento del estreñimiento, las afecciones hepáticas, como coadyuvante en las hiperlipemias y en la prevención de la arteriosclerosis. De forma tópica se han utilizado para tratar la dermatitis, las quemaduras y las escaldaduras.