HARPAGOFITO

Harpagophytum procumbens D.C.

Planta rastrera, de hasta 2 m de largo que crece sobre suelos arenosos, en herbazales y márgenes de caminos y senderos, allí donde se ha alterado la vegetación original. Es originario del desierto de Kalahari y los herbazales del Transvaal (Sudáfrica), Namibia y zonas áridas de la isla de Madagascar.

Parte utilizada

Se emplea la raíz secundaria tuberizada, cortada y desecada.

Componentes activos

  • Iridoides: harpagósido, harpágido, procúmbido, cumarol-éster.
  • Ésteres heterosídicos fenilpropánicos: verbascósido o acteósido, isoacteósido.
  • Flavonoides.
  • Ácidos fenólicos.
  • Azúcares: tetrasacárido estaquiosa.
  • Fitoesteroles libres y heterosídicos.
  • Triterpenos: oleanólico.
  • Trazas de aceite esencial.

Acciones

Está clínicamente demostrada su acción antiinflamatoria y analgésica. Experimentalmente también se han demostrado acciones anticonvulsivante, protectora cardíaca frente a arritmias e hipoglucemiante, aunque no están clínicamente demostradas.

Tradicionalmente se ha utilizado como tónico amargo, estimulante del apetito y digestivo.

Indicaciones

La EMA y la ESCOP han aprobado el uso tradicional de esta planta en el tratamiento sintomático de los dolores articulares, desórdenes digestivos leves (flatulencias, hinchazón) y para la falta temporal del apetito.

La efectividad del harpagofito en el tratamiento sintomático de los dolores osteoarticulares (propios de la artrosis, osteoartritis, fibromialgia, lumbalgia crónica y otras afecciones reumáticas o no reumáticas) ha sido demostrada clínicamente.

Facilitar las digestiones, reducir la fiebre y aliviar los dolores del parto son otros usos populares que se le han atribuido al harpagofito en los países de origen (Botswana, Namibia y África del Sur).