Las indicaciones varían según la parte de la planta empleada:
El uso de las hojas para el alivio de los dolores articulares leves y como terapia de lavado de las vías urinarias en afecciones urinarias leves ha sido aprobado por la EMA. La ESCOP aprueba su uso como coadyuvante en el tratamiento de afecciones reumatológicas.
El fruto ha sido empleado tradicionalmente para tratar las varices, hemorroides, flebitis, fragilidad capilar, aterosclerosis, miopía progresiva, retinitis pigmentaria y varices.
De forma tradicional, el aceite ha sido empleado para el tratamiento de hiperlipemias y para la prevención del síndrome premenstrual, los trastornos del climaterio y la aterosclerosis. De forma tópica, se aplica en casos de dermatitis, psoriasis, sequedad, ictiosis y envejecimiento cutáneo.