En la medicina tradicional china, el astrágalo se ha empleado para el tratamiento y la prevención de las gripes y resfriados y para la mejora de la resistencia física y humoral. También se emplea como tratamiento las diarreas, edemas, menorragias y como cardiotónico.
En la medicina moderna, suele empelarse como inmunoestimulante junto con otras drogas en infecciones víricas como gripes herpes simples, hepatitis y VIH.
También existe evidencia científica que demuestra su eficacia en el tratamiento del cáncer con quimioterapia.