La ESCOP aprueba el uso tópico de la flor de árnica para el tratamiento de contusiones, esguinces, picaduras de insectos, gingivitis, úlceras aftosas y para el tratamiento sintomático de dolencias reumáticas y dolores musculares.
Su aplicación tópica para el alivio de contusiones, esguinces y dolores musculares localizados ha sido avalada por la EMA.
Existe evidencia científica sobre la efectividad de la aplicación tópica de la flor de árnica en la curación de hematomas, como tratamiento de la osteoartritis (disminuyendo el dolor y mejorando la funcionalidad) y en pacientes con insuficiencia venosa crónica.